HAE

El PRD no tratado interfiere con la capacidad de una madre para entablar interacciones positivas con su hijo. La falta de interacciones positivas con la madre aumenta el riesgo del niño de desarrollar apegos inseguros, comportamiento problemático y psicopatología, al tiempo que disminuye la competencia cognitiva y social del niño.

Los estudios han encontrado que el pensamiento negativo recurrente en madres con TAG resultó en que las madres fueran menos receptivas y participaran en interacciones con sus bebés. Además, estos bebés parecían retirarse y eran más propensos a mostrar un tono emocional disminuido. El 75% de las mujeres posparto con TAG también cumplieron los criterios para la depresión.

Dados los riesgos asociados con PRD / AMD en la relación padre-hijo, es importante buscar ayuda y ayudar a las familias a tener acceso a profesionales de salud mental infantil que puedan abordar las interrupciones de la relación.